En procesión al lugar donde estará la estatua del PadreLlena de gracias. Piedras vivas por una Iglesia renovada.
Belmonte, Roma: imposición del nombre a la Casa de la Alianza
ROMA, P. Michael Gerber. 8 de diciembre de 2005 por la tarde: lentamente se va llenando la explanada del Santuario Matri Ecclesiae. Unos jóvenes españoles acarrean aún sillas y bancos, el coro de jóvenes de la parroquia Santa Gemma hace sus últimos arreglos y los numerosos peregrinos están atareados escribiendo sus nombres en una de las piedras blancas que más tarde se colocarían en el fundamento de la futura estatua del Padre. Todos los que escribieron y escribirán sus nombres en una de esas piedras, quieren comprometerse en ser “piedras vivas” de la Iglesia del futuro, tal como la describieron el Concilio y nuestro Fundador con su visión profética. Y se reunieron muchas de esas piedras en esta tarde. Se reunieron en este día de fiesta un total de 230 peregrinos de Alemania, de la Familia de Schoenstatt romana y los fieles de la parroquia Santa Gemma. Además llegaron las piedras de aquellos que se unieron espiritualmente a esta celebración: se recibieron 169 mensajes por correo electrónico. Son un testimonio impresionante de la gente que quieren construir la Iglesia desde sus lugares de residencia, según la visión de nuestro Fundador. Por cada correo electrónico se depositó una piedra delante de la foto de nuestro Padre. Durante la ceremonia estas piedras, junto con todos los mensajes impresos, fueron depositadas en los fundamentos de la futura estatua del Padre Kentenich.
Seguimos construyendo donde él comenzó
Al inicio de la celebración, Mons. Sanna saludó al Obispo del lugar, Mons. Gino Reali, al párroco, P. Federico y a Mons. Dr. Peter Wolf – Rector general del Instituto de los sacerdotes diocesanos de Schoenstatt, responsables de ese Santuario – junto con los muchos peregrinos. Los oradores recordaron la importancia de esta hora, de los acontecimientos sucedidos justamente hace 40 años y nuestro compromiso actual de servir a la Iglesia. Una nutrida procesión se dirigió a los fundamentos de la estructura de la Casa de la Alianza. Sobre esos fundamentos, que están en el centro de una futura plaza, se hará después una fuente, donde se ubicará la estatua de nuestro Padre. “Seguimos construyendo donde él comenzó; aún hoy él construye con nosotros”. El fundamento se llenó con muchas piedras, grandes y chicas, pero aún queda suficiente lugar para que los grupos de peregrinos de todo el mundo puedan depositar allí sus piedras. Nuestra actividad y la gracia que viene de lo alto
Estos fundamentos comenzaron de un modo peculiar a llamarnos de nuevo la atención sobre la relación con la Mater y la renovación de la Iglesia. A la mañana siguiente los fundamentos experimentaron una transformación por un breve lapso de tiempo, que manifestó un consciente contenido simbólico: debido a la fuerte lluvia y a la aún ausente red de desagüe, se llenó el pozo de los fundamentos con tanta agua que impidió ver las piedras, Si interpretamos el agua caída como símbolo de las bendiciones divinas, entonces este acontecimiento nos puede decir que el trabajo en la “Iglesia renovada” no comienza con nuestra actividad. Comienza cuando nosotros, como María, nos abandonamos totalmente a la gracia divina, que en cierto modo nos absorbe. Así seremos como las piedras, con las que Dios puede construir algo insospechadamente grande.
“Estoy totalmente rodeado por Schoenstatt”
En la mañana del miércoles 7 de diciembre, el grupo de peregrinos alemanes participó en la audiencia general en la plaza de San Pedro. Mons. Ignacio Sanna había conseguido tarjetas para ingresar al “Sagrato” de la fachada de la basílica de San Pedro, en la inmediata cercanía del Papa. Los peregrinos se alegraron mucho por estar en un lugar tan destacado y por el saludo del Santo Padre. A continuación muchos tuvieron la posibilidad de darle la mano al Papa. Mons. Dr. Peter Wolf pudo regalarle su libro sobre María y transmitirle saludos. Con visible alegría y gratitud el Santo Padre le respondió: “¡Estoy totalmente rodeado por Schoenstatt!”. El 8 de diciembre a la mañana el grupo de peregrinos participó en la Sta. Misa papal en la basílica de San Pedro. El Papa Benedicto destacó en la homilía el 40º aniversario de la finalización del Concilio y habló extensamente sobre el título “Mater Ecclesiae”.
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